jueves, 26 de febrero de 2015

La Matanza en Fuencaliete

- ARCHIVO DE SONIDO PARA MÓVILES -

La matanza en Fuencaliente- archivo de sonido-


Al acercarse el invierno,
ya vacíos los tinajones,
se prepara la matanza
y se empiezan las cocciones
de arroz, papa y calabaza.

Tras muchas preparaciones,
la mañana en que al cochino
se le infrinjan las lesiones,
antes del amanecer,
los que serán anfitriones,
lo tendrán  todo dispuesto
y encenderán  los fogones.

 Después  de tomar café
y darse unos calentones
que despejarán el sueño
y quitarán  tiritones,
el dueño de la matanza
repartirá  comisiones,
para que todos aprendan
cuáles serán sus funciones.

A  solas, a su mujer,
le da algunas instrucciones.
Tú  recogerás la sangre,
que con tantos salpicones,
no quiero que de la calle
se llenen de lamparones;
y para toda la gente,
que haya muchas atenciones.

El  hombre agarra el cuchillo,
le  da algunos afilones
y dirigiéndose al guarro
inicia las agresiones.

El cerdo mientras la brega
causa algunos desollones
a aquellos que lo sujetan,
por dar tantas convulsiones.

Una vez que ya está muerto,
después de las abrasiones
para quitarle el pellejo,
comienzan  las incisiones
del maestro carnicero;
y también las hinchazones,
pues de los lomos del guarro
cuatro o cinco medallones
se  cortarán “pa” somarro;
y después con los pulmones,
un buen moje de asadura
se servirá a los peones,
que tras unas buenas migas
con sus pimientos ronchones,
y un cafelito con pastas
se  pondrán como tejones.

Pero viendo la regenta
cesar las obligaciones
con motivo de la fiesta
y el circular de porrones,
acelera los trabajos
soltando  un par de sermones.

Primero dice a los hombres
que no beban tanto vino,
o luego estarán pintones,
y deben tener cuidado
 con el trato a los jamones,
al menos hasta el momento
de entrarlos en salazones.
Que después se ponen malos…….
y  “to” son  lamentaciones.

Después dice a las mujeres
que con tantas diversiones
no habrá bodrio ni habrá aliños,
ni tampoco  probaciones,
y quiere dejarse  hechos
chorizos y salchichones.

Y así es como la anfitriona,
con un par de sofocones
consigue hacer su matanza
y empezar las curaciones.


Guillermo Gutiérrez



Embutidos en proceso de curación



Utensilios para la matanza