viernes, 8 de enero de 2016

Caballos Alados


-Caballos Alados-
Miguel Sánchez dedica este poema a todos aquellos que 
entregaron su niñez para cuidar de sus cabras por
las Sierras de Fuencaliente.

Caballos alados-archivo de sonido
Hay en mi pueblo un cabrero
que fue viejo antes que niño,
ya se buscaba el sustento
cuando no tenía equilibrio
gateando por el suelo
mamando como los chivos.

Aprendió a escuchar el viento,
a leer sobre la escarcha,
el sol le hablaba del tiempo
y la luna lo acunaba.


Ganado, sierras y montes,
en jarales y quemados;
ríos, fuentes, alcornoques,
los años fueron pasando
sin disfrutar de alboroques
que otros hombres le contaron.

En silla baja sentado
junto al umbral de la puerta
contra un fondo enjalbegado
cuando el sol ya va de puesta,
me lo encuentro contemplando,
con la mirada entreabierta
como un niño ilusionado,
esas nubes de cometa,
esos caballos alados
movidos con brisa fresca.

Ahora que ya eres un niño
deja correr el pasado
aferrándote con mimo
a esos caballos alados.


Autor: Miguel Sánchez.

Niño cabrero